Esta larga y angosta faja de tierra, como se describe a nuestro país, ha tenido y tiene muchas culturas indígenas. Pero la que más ha llamado la atención, es la Selk´nam que no estuvo precisamente dentro de esta franja territorial, sino en Tierra del Fuego, la zona más austral de este continente y la más gélida. Su nombre pareciera contrastar con esa identidad atmosférica, pero fue así nominada por quienes acompañaban a Hernando de Magallanes que al navegar por ese canal natural en su búsqueda de dominio, visualizaban, en tierra, muchas fogatas. Eran ellos, los Selk’nam, que prendían esas hogueras para protegerse del frío. Las hacían principalmente las mujeres.
Pero, ¿por qué ha persistido el interés en el estudio de este grupo indígena, si bien existieron en la antigüedad en esa región 5 grandes grupos con varias similitudes? Ellos fueron, probablemente, la agrupación indígena más característica porque habitaron los espacios más extensosde los pueblos fueguinos, se repartían una población de 3.800 personas, número que fue paulatinamente reducido con la llegada del “hombre blanco” con sus exploraciones en busca de tierras con potencial económico, precisamente iniciado por Magallanes.
Sin embargo, la herencia cultural de los Selk´nam, persiste. Artistas de diferentes disciplinas han tratado de revivir lo que fue ese grupo indígena que tenían una especial dedicación al embellecimiento del cuerpo y su identidad más relevante es precisamente esa: la pintura corporal y el uso de máscaras, que eran usadas en una de las ceremonias más insignes: la Hain.
El rito del Hain era una compleja y larga ceremonia que duraba días, en la que se iniciaba a varones entre 14 y 18 años a la adultezy al mismo tiempo se legitimaba la dominación de los hombres sobre las mujeres a través de una gran cantidad de cultos, en los que jugaban un importante papel los espíritus que eran encarnados por hombres enmascarados. En esta ceremonia se le enseñaría a respetar a las mujeres y a los mayores, a compartir el resultado de su cacería, a quedarse con la peor parte, a ser generoso, responsable y atender a su familia. Además ya estaría autorizado para casarse.
La huella de los Selk´nam sigue, pese a su triste historia e indiscriminado estudio en el que socavaron sus vidas pero no su rastro.